15 de noviembre de 2011

Pasieguito formó con Puchades la gran media mítica y fue un winner como entrenador.



El gran Pasieguito, Bernardino Pérez, debió su sobrenombre a que su familia paterna procedía en la comarca pasiega de Cantabria aunque él naciera en Hernani. Fue un conocido pelotari de la modalidad de remonte en la década de 1920 pero Pasieguito fue fichado por el Valencia C. F. cuando aún estaba en edad juvenil, y debutó con el primer equipo el 21 de marzo de 1943 en un partido ante el Granada C. F. El hecho de que no contara aún con dieciocho años fue denunciado por el R. C. D. Español, por lo que fue sancionado con un año sin jugar por falsificar su fecha de nacimiento en la ficha federativa. Transcurrido el año de sanción volvió a reaparecer en el Valencia pero la gente le achacó un comportamiento frio, indolente y pasivo que lo abucheó de tal manera que fue cedido al Levante U. D. para que fuera fogueándose  para jugar en Primera División.
En apariencia era un jugador sin garra y estático como lo pareció también Buqué pero ello era debido a que poseía una gran calidad táctica y un dominio del juego como pocos jugadores de su época tuvieron, lo que le permitía dirigir el juego del equipo a la perfección. En sus inicios destacó como interior, si bien acabó formando junto con Antonio Puchades una medular mítica en el valencianismo, una dupla de aquellas que pasan a los anales de la historia como irrepetibles. Mientras Tonico era un derroche físico y de coraje, el vasco se encargaba de canalizar el juego aprovechando su rápido regate y su magnífico toque de balón que le permitía anotar gran cantidad de goles de falta. Pero su fuerte e introvertido carácter lo apartó a menudo de sus compañeros y le ocasionó despedirse del Valencia de una manera precipitada, ya que en el año 1959 realizó unas declaraciones durísimas en las que acusaba a su compañero Walter, jugador brasileño máximo goleador valencianista por aquel entonces, de ralentizar el juego del equipo y de poco compromiso con este. Se inició entonces una notable carrera como entrenador, al principio en el C. D. Mestalla, filial del Valencia, del que salió tras un mes de competición para fichar por el Levante, donde ejerció de jugador-entrenador. Tras esto entrenó al Carcagente, equipo amateur, al C. E. Sabadell, al Granada C. F. y al Real Sporting de Gijón. Sin embargo, nunca estuvo mucho tiempo desligado del Valencia, al que entrenó de manera esporádica con notable éxito ya que logró la Copa del Rey de 1979 y la Supercopa de 1980. La mayor parte del tiempo estuvo ligado a la secretaría técnica del club che, en la que consiguió grandes éxitos como los fichajes de Kempes y Mijatovic.